Tu santuario perfecto
Convierte tu casa en el santuario perfecto donde disfrutar de una vida plena y satisfactoria. Conecta con la felicidad de tu hogar.
El espacio que habitas ejerce un impacto enorme en ti. De manera instintiva, buscas un hogar donde cubrir tus necesidades básicas, donde echar raíces y alrededor del cual poder crecer y evolucionar con seguridad. Sientes la necesidad de un entorno que te sostenga y regenere, que garantice tu supervivencia y la de tus seres queridos, que te ayude a conseguir bienestar y equilibrio.
La Jerarquía de las necesidades de Maslow ordena estas necesidades humanas en una pirámide, donde las necesidades más básicas están en la base y van adquiriendo relevancia de manera ascendente. Siguiendo esta teoría, a medida que las necesidades básicas van siendo satisfechas surgen necesidades más elevadas, situando en la cima la autorrealización, el nivel de plena felicidad o armonía.
Ponlo en práctica:
Hoy te propongo hacer una lista de lo que tu casa y tú necesitáis para conectar con la felicidad y la armonía. Vamos a usar la pirámide de Maslow para identificar esas necesidades:
- En la base de la pirámide está la supervivencia, las necesidades básicas que te permiten seguir viviendo, como respirar, alimentarte, dormir, mantener la temperatura corporal o evitar el dolor. Así, lo primero que debes considerar en tu lista de prioridades es que tu casa esté bien aislada del frío y del calor, que tenga una buena calidad de aire o que el dormitorio te permita un descanso reparador. Esta es la base de tu bienestar.
- Lo segundo es la seguridad, sentirte protegido, a salvo en casa. Observa qué sensación tienes al llegar a casa después de un día de trabajo o al volver de un viaje; si te relajas o, por el contrario, entras en tensión. El orden, la limpieza y el mantenimiento continuado están en este nivel y te ayudan a sentirte seguro y en paz.
- Después están las relaciones sociales, el amor. Pon el foco de atención en lo que te rodea y cómo te hace sentir. Da importancia a los detalles, rodéate de objetos de calidad, de arte, compra un ramo de tus flores preferidas o enciende unas velas aromáticas, … crea tu paraíso personal con todo lo que te haga sentir especial. Cuida con mimo tu entorno y préstale atención para sentirte cuidado por él.
- La cuarta es el reconocimiento, que los demás valoren lo que hacemos y respetar nuestras decisiones. Pregúntate hasta qué punto tu casa refleja una visión honesta de lo que eres y de lo que te gusta. Busca que tu entorno refleje tus inquietudes, te recuerde tus logros, rodéate de imágenes que te inspiren y te motiven a perseguir tus metas y te ayuden a alcanzar tus propósitos, que tengan un impacto positivo en ti a diario.
- Y por último, la autorrealización, intentar encontrar tu auténtica naturaleza. El logro de las necesidades anteriores te conduce a este nivel, donde se sitúa la importancia de entender lo que eres, sentirte parte de algo especial y único, hallar sentido a la vida, a la espiritualidad, a la creatividad,… el santuario perfecto donde disfrutar de una vida plena y satisfactoria. En mi opinión, este nivel representa la capacidad de desprenderse de lo material y sentir que tu hogar no es un lugar físico sino que habita dentro de ti y es un estado que te acompaña donde quiera que estés.
Recuerda:
- Un espacio que cubre tus necesidades de supervivencia te da bienestar.
- Un espacio que cubre tus necesidades de seguridad te da paz.
- Un espacio que cubre tus necesidades de amor te da cuidado.
- Un espacio que cubre tus necesidades de reconocimiento te da motivación.
- Un espacio que cubre tus necesidades de autorrealización te da plenitud.
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